Trastornos del estado de ánimo

Se caracterizan por la existencia de alteraciones emocionales, consistentes en periodos prolongados de tristeza excesiva (depresión), de exaltación o euforia excesivas (manía), o de ambos; en tal caso la depresión y la manía se alternan de forma cíclica.

  • Trastorno depresivo mayor: períodos prolongados y persistentes de tristeza extrema.
  • Trastorno bipolar: trastorno que alterna estados de ánimo maníacos (euforia, exaltación, grandiosidad) y de depresión, con tristeza, inhibición e ideas de muerte. No se pasa de una emoción a otra en un lapso corto de tiempo, sino por etapas o “ciclos”, en los que el comportamiento “normal” se intercala entre los episodios maníacos y la depresión.
  • Trastorno ciclotímico: trastorno que provoca altibajos emocionales algo menos extremos que el trastorno bipolar.
  • Trastorno afectivo estacional: forma de depresión muy relacionada con las horas de luz.
  • Trastorno disfórico premenstrual: cambios en el estado de ánimo e irritabilidad que se producen durante la fase premenstrual.
  • Trastorno depresivo persistente (distimia).
  • Trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo: irritabilidad crónica, grave y persistente en niños que comprende rabietas frecuentes y conducta disruptiva no coherente con la edad de desarrollo del niño.
  • Depresión relacionada con una enfermedad física
  • Depresión inducida por el consumo de drogas o medicamentos.

Muchas veces las personas presentan sintomatología inespecífica que no cumple los criterios de ninguno de estos trastornos y, en ocasiones, los sentimientos de tristeza, vacío, desamparo o insatisfacción se combinan con sintomatología ansiosa (angustia, preocupación y/o síntomas fisiológicos tales como sensación de falta de aire, tensión muscular, taquicardia y otras molestias físicas). Estos casos también pueden ser abordados mediante la psicoterapia.